Aleida Guevara March, hija de Che Guevara y figura del régimen castrista, ha expresado recientemente su preocupación por las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipymes) en Cuba, solicitando un incremento en la vigilancia por parte de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). En una entrevista con un medio italiano, Guevara March señaló que las Mipymes podrían ser un conducto para actividades ilícitas como el tráfico de drogas, lo que representa una amenaza para la seguridad nacional.
"Las Mipymes entrañan riesgos para la seguridad porque pueden facilitar la entrada al país de drogas u otros bienes ilícitos: hay que intensificar los controles por parte de los CDR a lo que sucede en Cuba", afirmó durante su diálogo con el portal Ilfattoquotidiano. A sus 63 años, la pediatra ha criticado la liberalización de estas entidades, argumentando que, aunque la intención original de importar materias primas para producción local era buena, ahora están provocando problemas económicos significativos.
Problemas económicos y desigualdad
Guevara March describió las Mipymes como una forma de "anarquía capitalista" que ha exacerbado las desigualdades en Cuba, haciendo que muchos bienes sean inaccesibles para la mayoría de los cubanos, quienes enfrentan bajos salarios, especialmente en el sector público. Además, instó al gobierno a tomar medidas inmediatas para controlar la inflación y consideró que el primer paso debería ser regular los precios, seguido de un aumento en los salarios.
Esta no es la primera vez que Aleida Guevara March hace declaraciones controvertidas. En noviembre del año pasado, se ofreció como soldado para la causa palestina y destacó su habilidad en el manejo de armas y su entrenamiento militar. Además, ha culpado al embargo económico de Estados Unidos por la escasez de medicamentos y alimentos en la isla durante un evento en India a principios de 2023.
En 2021, tras las protestas del 11 de julio en Cuba, Guevara March atacó a los manifestantes, calificándolos de "gente sin escrúpulos" y "de baja calaña", acusándolos de ser instigados y financiados por Estados Unidos, y de dedicarse al robo en instituciones estatales durante las históricas protestas.