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Turista rusa admite errores tras gastar un millón de rublos en Cuba: "No quiero volver"

martes, 14 de mayo de 2024 por Claudia Ruiz

Turista rusa admite errores tras gastar un millón de rublos en Cuba: "No quiero volver"
Auto antiguo de alquiler en Cuba (Imagen de referencia) - Imagen de © CiberCuba

Una turista y bloguera rusa que se hizo viral hace algunos meses tras relatar las complicaciones de su estancia de 16 días en el hotel cinco estrellas de Varadero Iberostar Laguna Azul, admitió en un artículo reciente que gastó un millón de rublos—casi 11,000 dólares—en ese viaje, que realizó en compañía de tres familiares.

El cambio de un millón de rublos equivale a 10,940 dólares al tipo de cambio actual, una cifra que muchos rusos han considerado desmesurada para una estancia de dos semanas en Cuba. Elena Liseykina, autora del blog "Viajar con una cámara", reflexionó sobre los errores cometidos durante su viaje.

Sus reflexiones no se centraron tanto en cómo ahorrar dinero, sino en cómo podría haber disfrutado más. “Se podría escribir que todo el viaje a Cuba fue un error, pero esto no es del todo cierto. A pesar de todas las peculiaridades del país y de que realmente no quiero volver allí (al menos por mi dinero), no me arrepiento del viaje porque Cuba es colorida e inusual”, comenzó diciendo.

No obstante, a pesar de considerar "interesante" la experiencia, afirmó que no desea volver debido a la "indiferencia de los lugareños y la falta de voluntad para esforzarse y hacer algo".

Errores y reflexiones del viaje

Liseykina explicó que antes del viaje había calculado los costos aproximados de un hotel con tres comidas al día para cuatro personas y cuánto costaría alquilar alojamiento en una casa particular y comer en la calle. Concluyó que era mejor un hotel de categoría "Todo Incluido", ya que comer en la calle le resultaría más caro, además de que sabía que los mercados tenían una oferta nula.

Sin embargo, tras su fallida experiencia en el hotel de Varadero, ahora cree que hubiera sido mejor combinar una semana en un hotel y el resto de los días en alojamientos regentados por particulares.

Liseykina bromeó sobre lo útil que le habría sido llevarse desde Rusia un hervidor eléctrico para hacerse té, ya que no toma café y en Cuba fue imposible tener acceso a agua hirviendo en el hotel. “En un hotel de cinco estrellas, no había hervidor de agua en la habitación y en el restaurante, en lugar de agua hirviendo, traían agua ligeramente tibia. Al parecer, para que los turistas no se quemen accidentalmente, porque en las farmacias no hay remedios para las quemaduras”, ironizó.

“Utilicé un intérprete y traté de explicar que necesitaba hacer té, e hice un gesto: un completo fracaso. El único té normal en Cuba, por cierto, fue cuando pasamos la noche en casa de los lugareños. Allí todo estaba magníficamente resuelto, pero en el hotel, un completo fiasco”, aseguró.

Aunque la bloguera perdió algunos de los días pagos del Todo Incluido por visitar la ciudad de Trinidad, donde se alojaron con particulares, a juzgar por su experiencia en esa ciudad, lo pasaron mejor que en todos los días que pagaron en un hotel del estado.

Liseykina volvió a criticar la dudosa calidad del servicio en la instalación hotelera, mencionando las propinas “salvajes” a las que no se rindió, algo que puede haber influido en el penoso servicio que recibió.

“Todo dentro de mí está en contra de dar dinero y regalos así como así. Y en Cuba, simplemente no funciona de otra manera. A diferencia de los países normales, donde primero recibes un servicio y luego lo agradeces, en Cuba primero tienes que pagar unos dólares y luego esperar tener una toalla limpia en tu habitación. O no aparecerá”, aseguró.

“Naturalmente, cuando el 90% de los turistas siguen estas reglas y traen montañas de chocolates, cosméticos y otros regalos a las 'pobres' sirvientas, estas no quieren trabajar de otra manera. Y siempre están esperando que se les dé algo”, añadió.

La expectativa sobre el servicio también confiesa que fue todavía más baja de lo que ya le habían advertido. “Me advirtieron que no esperara ningún nivel especial de servicio en Cuba. Pero no se me ocurrió que en un hotel de cinco estrellas no habría fruta, y que las bebidas carbonatadas en los bares se acabarían. Ponen agua potable en la habitación, pero solo medio litro por persona. Por supuesto, puedes encontrarla, pero para ello tendrás que ir a un bar”, se quejó.

“También puedes esperar una respuesta de una chica en la recepción durante 15 minutos. Y esto no por la cola, sino simplemente porque está 'muy ocupada'”, agregó.

Por otra parte, la turista rusa admite que aunque “la gente en Cuba es muy sociable y acogedora”, su poco manejo del español le dificultaba moverse con soltura, si bien dice que no puede decir que tuvo grandes dificultades en la comunicación.

“Si planeas viajar por Cuba por tu cuenta, sin utilizar los servicios de guías, entonces sin español será muy difícil”, aconsejó.

“En definitiva, Cuba es especial. Conozco personas que simplemente están encantadas con esta ‘característica’, pero no soy yo. Me gustaba el color del país, los viejos coches americanos, la pintoresca devastación, pero no me gustó la indiferencia y la falta de voluntad de los lugareños para esforzarse y hacer algo”, concluyó Elena Liseykina, quien dice tener claro que a Cuba no regresa.

Preguntas frecuentes sobre la experiencia de viajar a Cuba

Para aquellos interesados en viajar a Cuba, aquí hay algunas preguntas y respuestas basadas en la experiencia de Elena Liseykina que pueden ser útiles.

¿Es caro viajar a Cuba?

El costo puede ser alto dependiendo del tipo de alojamiento y servicios que elijas. Elena Liseykina gastó casi 11,000 dólares en 16 días, lo cual es considerado caro por muchos.

¿Es recomendable alojarse en hoteles Todo Incluido en Cuba?

Según la experiencia de Liseykina, puede ser más caro y no necesariamente mejor. Una combinación de hoteles y casas particulares puede ser una opción más equilibrada.

¿Es necesario hablar español para viajar por Cuba?

No es estrictamente necesario, pero conocer español facilita mucho la comunicación y la movilidad en el país.