¿Oro negro en Cuba? ¿Qué se sabe del petróleo de Motembo?
¿Se imagina un pueblo cubano donde muchas familias tienen un tubo metálico enterrado en el patio de sus casas para cocinar? Ello sucede en Motembo, una pequeña comunidad en las llanuras de la región norte-central de Cuba.
Se trata de algunos cientos de viviendas y edificios de apartamentos construidos según las normas soviéticas, en el municipio villaclareño de Corralillo. Desde esos tubos la inventiva popular ha conectado mangueras de goma más fina por donde circula el gas hacia las viviendas cercanas, entonces brota el gas natural.
Y no es un gas cualquiera, sino uno de primera calidad, según aclaran los lugareños, quienes desde hace décadas lo emplean sin costo alguno, con la seguridad del que vive sobre una inagotable mina de oro, pero en este caso se trata de oro negro.
A la vista del visitante no se podría imaginar que bajo esos terrenos cubiertos de malezas subyace la que pudiera ser una tabla de salvación para la economía de Cuba, que enfrenta serios problemas de abastecimiento energético.
Y es que en este mundo que sigue dependiendo del hidrocarburo como no hay margen de discusión sobre la forma más rápida y segura de hacerse rico, o sea, encontrar un buen yacimiento del llamado oro negro.
Precisamente eso es lo que tiene Motembo, según informes de la compañía australiana MEO, la mayor de su ramo en la isla y concesionaria del llamado Bloque de Prospección # 9, que opera en una zona de casi 3 mil kilómetros cuadrados que se extiende por varios municipios de las provincias de Matanzas y Villa Clara.
Vale la pena destacar igualmente que muy cerca de esta zona se encuentran los ya explotados yacimientos de Cárdenas y Varadero, los que hasta el momento han sido los más productivos de Cuba.
Exactamente en el centro de la cuadrícula del test se encuentra Motembo, unos de los primeros campos de explotación petrolífera del continente americano, pero que ha permanecido silenciado durante las últimas cuatro décadas.
Muchos desconocen que las primeras extracciones aquí comenzaron entre 1880 y 1884, gracias al impulso del francés Elías B.Maigrot”, según testimonia un folleto de la empresa Cuba Petróleos.
Y según dicen, los pozos artesanales daban como resultado una nafta de muy buena calidad que en 1900 conseguiría la medalla de oro en la Exposición Universal de París. Pero sus virtudes estaban acompañadas por varias dificultades técnicas, difíciles de resolver en aquella época, y las dudas acerca del volumen total de las reservas no hacía que nadie se atreviera a más.
Quizás por eso, durante el siglo XX Motembo no llegó más lejos tampoco se quedó con los pequeños pozos instalados en las inmediaciones del pueblo y esperando sucesivos estudios conducidos de investigadores norteamericanos, soviéticos, chinos y canadienses. Todos llegaban a más o menos las mismas conclusiones: buenas posibilidades de contar con un gran yacimiento pero ninguna seguridad de que así sucediera.
Sin embargo ahora MEO Australia asegura haber llegado más lejos. Cauteloso se muestra Peter Strickland, el director ejecutivo, cuando dice que si bien se han identificado algunas posibilidades emocionantes en el Bloque 9, todavía no se ha realizado ningún descubrimiento definitivo.
