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Los tesoros de Fidias en Pinar del Río

Fidias es el nombre de quien fuera el más grande de los escultores de la antigua Grecia, un prodigio de cuyas manos salieron obras como el Zeus Olímpico, una de las siete maravillas de la antigüedad. Pero en Cuba Fidias es también el más increíble proyecto cultural que se haya conocido en la ciudad de Pinar del Río, en el extremo occidental de la isla.

Cada vez son más los visitantes que llegan a Vueltabajo, y quedan deslumbrados con las piezas, artesanías y obras de arte creadas por el proyecto Fidias. Un colectivo de 80 artistas, en su mayoría jóvenes, que tienen su galería taller en las afueras de la ciudad de Pinar.

Los tesoros de este Fidias vueltabajero van más allá de la escultura, y se sustentan en una amplia diversidad de estilos y líneas de producción. Las manualidades, la orfebrería, la carpintería, la herrería y la restauración de obras patrimoniales, permiten valorar las piezas entre los 10 mil y 15 mil dólares.

De tal manera no resulta nada raro que la inmensa mayoría de las obras que se restauran provienen de Rusia, Italia, Francia, Alemania, Austria y España, aunque los principales coleccionistas son de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

En la mayoría de los casos se trata de conocedores del arte clásico, que buscan comprar o restaurar réplicas de esculturas renacentistas, del romanticismo, el art-decó y el art-nouveau.

Precisamente el trabajo de restauración dirigido por Pedro Luaces en 27 años, ha garantizado la comercialización de finísimos ejemplares que hoy se encuentran en colecciones de Europa, Estados Unidos y América Latina.

Y es que el proyecto Fidias nació precisamente con un afán restaurador bajo el patrocinio del Fondo Cubano de Bienes Culturales. La reproducción y creación de obras fue una actividad sumada a partir de la experticia e ingenio desarrollados en el transcurso de los años.

Sin pretenderlo, en torno al proyecto Fidias se fue creando una auténtica academia, dada al rescate de oficios y tradiciones perdidas en Cuba y otras latitudes. Desde los inicios, en 1994, las piezas ornamentales fueron priorizadas, pero el colectivo de escultores, pintores, soldadores y constructores, hoy tiene en sus manos la misión de restaurar por completo instituciones patrimoniales.

Es por ello que puede verse su sello en todo Pinar del Río y otras provincias cubanas, pues el proyecto ha contribuido al rescate de edificaciones paradigmáticas como el teatro José J. Milanés y el Palacio de los Matrimonios, en Vueltabajo, pero también la Granjita Siboney y La Quinta de los Molinos, en Santiago de Cuba y La Habana, respectivamente.

Sin embargo, no hay que irse muy lejos. Imponente, el Parque de las Esculturas que se encuentra en la sede de Fidias nos invita al deleite. Su estructura múltiple integra columnas, pilastras y arcos de la Grecia clásica con las más contemporáneas tendencias arquitectónicas del presente.

Igualmente dispone de un anfiteatro muy peculiar, y senderos para montar bicicletas o ponis, a través de bellos jardines. Todos estos elementos se integran a una Galería de Arte y al restaurant La Bacanal, para conformar un espacio cultural sui-géneris y único de su tipo en la isla.

Otro de los elementos de interés que distinguen al proyecto es su dimensión formativa, pues Fidias es la escuela de muchos jóvenes artistas que aprenden aquí los métodos tradicionales para esculpir el mármol, el granito o el bronce, disciplinas inexistentes en las escuelas de arte pinareñas.

Si bien las rutinas diarias del presente nos alejan cada vez más de los museos, las galerías y teatros, el Proyecto Fidias en Pinar del Río se ha empeñado en convertir cada espacio que interviene en un lugar donde se respira arte y buen gusto. Estos son sus mayores tesoros.

Foto de Portada: Cortesía Radio Guamá, Cuba