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15 años sin el Polo, un vacío imposible de colmar

Fernando Borrego Linares, Polo Montañez, uno de los cantautores más populares de Cuba, toda una leyenda, el tercer cubano que obtuvo Disco de Platino en el primer CD de su carrera Guajiro Natural, nombre que el pueblo transfirió al compositor, nació el cinco de junio de 1955 en la zona del Brujito en la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera de la de la UNESCO ubicada en Pinar del Río.

Fue una artista puramente autodidacta, no tenía conocimientos musicales ni formación profesional. Su banda solo seguía con los instrumentos el tono de la voz de Polo y surgían así, con impecable maestría, hermosas melodías e imágenes poéticas de un lirismo asombroso. La forma en que se impuso en el gusto popular determinó su rápida inserción en el panorama musical cubano.

Compuso más de cien canciones y muchas veces cantó por la noche después de haber hecho los más duros trabajos en la jornada diurna. El principal mérito que la crítica le reconoce es el haber universalizado los ritmos más auténticos de los campos de Cuba.

A edad tan temprana como los siete años ya tocaba la tumbadora en las fiestas familiares y a los doce cantaba tonadas campesinas. Luego integró el sexteto familiar junto a su padre, hermanos y otros amigos y parientes que amenizaba cumpleaños, despedidas y serenatas en los poblados aledaños.

Después de vivir en varios lugares: Cañada del Infierno, Casa Blanca, Finca del Cusco, finalmente en 1972 se mudó a una vivienda de la comunidad Las Terrazas. Ese mismo año compuso su primera canción: Este tiempo feliz.

Su carrera profesional como trecero y vocalista inició en la década de los años 90 del siglo XX y se dedicó por completo a la música en 1994. Ese año se inauguró el Hotel Moka en Las Terrazas y Polo fue el músico que amenizó las noches aquí, así como en el cafetal Buena Vista y en Rancho Curujey.

También ese año fue descubierto por el presidente del sello francés Lusafrica, José da Silva, a quien solo le bastó escuchar su voz en tres canciones para contratarlo por seis años. A partir de entonces su carrera despegó y llovieron los premios.

Con su primera producción, el álbum Guajiro Natural, consiguió que el tema Un montón de estrellas obtuviera un Disco de Oro y otro de Platino en Colombia, lugar en el cual se comercializaron más de cuarenta mil copias.

Al año siguiente 2001, la grabación de la canción Guitarra Mía nombre de segundo álbum de Polo, también bajo el sello de la disquera Lusafrica, se convirtió igualmente en un súper éxito musical y consiguió otro Disco de Oro en Colombia por la venta de más de veinte mil copias. El cantautor recibió además, en la ciudad de española de Madrid el Diploma del Consejo Álvaro Obregón y en Pamplona fue condecorado con la Placa de Hijo Ilustre.

El Cubadisco cubano le otorgó el Diploma y la distinción por la venta del disco Guajiro Natural durante la Feria Internacional del Disco por haber conseguido la mayor venta de copias. También en la isla, en 2002, recibió otro Disco de Oro por vender más de veinte mil ejemplares.

Este mismo año ofreció un concierto en la parte moderna de la ciudad de Holguín al que acudieron un gigantesco número de personas que superó con creces todas las expectativas.

El fatídico 26 de noviembre de 2002, cuando regresaba a San Cristóbal, su auto impactó contra un camión en la región conocida como La Coronela. Polo resultó mortalmente herido y finalmente falleció, dejando un profundísimo dolor y un vacío inmenso en todos los amantes de su música y su esencia.

Su cuerpo fue inhumado en el cementerio del poblado de Candelaria en Artemisa. Después de su partida se compusieron y cantaron canciones en su honor como Cazador de Estrellas, tema compuesto por José Valladares en 2003 e interpretado por varios artistas conocidos como Paulo FG, Pedrito Calvo, Jenny (cantante de los Van Van) y otros, se escribieron libros y se publicó un álbum con canciones inéditas.

Cubadisco le otorgó un premio póstumo, su casa en Las Terrazas se convirtió en museo y es visitada por cientos de personas, cubanos y extranjeros diariamente. Con alegría el pueblo cubano sigue escuchando y cantando sus canciones Guitarra mía, Soy un idiota, Un montón de estrellas y todas las otras, sintiendo que no se ha ido, que sigue ahí perseverante y fiel a sus raíces el Guajiro Natural de Cuba.