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la Virgen de la Caridad del Cobre

El misterioso hallazgo de la Virgen de la Caridad del Cobre

La Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre es el sitio religioso más venerado por el pueblo cubano. Se trata de uno de los templos más visitados por los devotos cubanos y también por los extranjeros que llegan de visita a la región oriental del país.

Llegados de diferentes territorios de la nación, los fieles buscan en la Patrona de Cuba, el consuelo espiritual, su intermediación en la solución de sus anhelos y de los problemas que les afectan familiarmente.

Situado en El Cobre, municipio de la oriental provincia de Santiago de Cuba, este templo guarda la estampa que protagonizó aquel hallazgo mariano, que cimentó el culto de la también conocida como “Virgen Mambisa”.

Según quedó recogido por los archivos históricos corría el mes de septiembre del año 1613, cuando se produjo el hallazgo de la imagen de La Virgen. Según el testimonio ofrecido bajo juramento por Juan Moreno, "el negrito de La Caridad", habían ido en busca de sal en una canoa, él y dos hermanos indios, Juan y Rodrigo de Hoyos.

Relató que cuando salían de Cayo Francés en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba y ubicada en la costa norte de la zona oriental de la isla, los tres hombres avistaron un bulto flotando sobre las olas del mar, y ya al acercarse descubrieron con asombro y alegría infinitos que se trataba de una imagen de la Virgen María sobre una tablilla donde se leía: "Soy La Virgen de La Caridad".

Ya en tierra firme, los tres esclavos, que trabajaban en las minas de cobre de la región oriental entregaron la estampa, y ellos mismos quedaron bautizados popularmente como "los tres Juanes", y comenzaron a formar parte de las reproducciones que se hicieron de la virgen, ubicándoseles en una barcaza a los pies de la imagen mariana.

A la virgencita, con el niño Jesús en brazo se le construyó un templo improvisado, con hojas de guano y tablas rústicas, pero tras múltiples acontecimientos mágico-misteriosos acaecidos en torno a la imagen, la misma fue llevada al que se convertiría su santuario definitivo, en la cima de una loma de las minas de cobre.

Ya durante las guerras de independencia de Cuba iniciadas en el año 1868, las tropas del Ejército Libertador de Cuba manifestaban gran devoción por la Virgen de la Caridad y se encomendaban a ella.

Algunos años después de la independencia de España, ya en 1915 los veteranos de la Guerra escribieron al papa Benedicto XV solicitándole a su santidad que proclamara como Patrona de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre. Y fue entonces que el 10 de mayo de 1916, el papa nombró a la Virgen de La Caridad Patrona de Cuba.

Otro papa, San Juan Pablo II, durante su visita a la Isla en 1998, coronó y bendijo la imagen de la Patrona durante la tercera misa que ofició en el país, celebrada en la Plaza Antonio Maceo de la ciudad de Santiago de Cuba, el día 24 de enero de 1998.

El santopadre llamó a no olvidar nunca los grandes acontecimientos relacionados con la Caridad y recordó el lugar singular que en la misión de la Iglesia ocupa la Virgen María, de la cual el propio san Juan Pablo II era devoto declarado.

Más recientemente, el Papa Francisco, durante su vista a la isla caribeña, en septiembre de 2015, decretó el Año Santo Excepcional de la Misericordia y regaló a la virgen un ramo de flores de plata, los cuales descansan a los pies de la venerada imagen.

Al igual que otras apariciones marianas registradas en el mundo, la suscitada en Cuba se ve envuelta en un halo de misterio que alimenta la devoción de los cubanos por su sagrada imagen. Y no resulta nada raro que miles de turistas lleguen atraídos cada año al Cobre para entender ese estrecho vínculo entre “cachita” y su pueblo.