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El Escudo de la Palma Real, algunos detalles sobre su historia y significado para los cubanos

El escudo de la República de Cuba también llamado de La Palma Real, fue creado en 1849 al igual que la bandera por el poeta Miguel Teurbe Tolón, a pedido del general venezolano Narciso López, para sellar los bonos y despachos que emitió como jefe del gobierno provisional de Cuba entre 1850 y 1851.

López era anexionista y llevó adelante una expedición para liberar a Cuba y logró tomar militarmente la ciudad costera de Cárdenas en Matanzas, territorio que vio por primera vez izada la bandera cubana actual. Es por ello que a esta urbe se le denomina también como Ciudad Bandera.

Las especificaciones del escudo al igual que las de la bandera fueron establecidas por un Decreto del primer presidente que tuvo la Isla, Tomás Estrada Palma, el 21 de abril de 1906, basado en las que fueron adoptadas al crearse la República de Cuba en Armas en la Asamblea de Guáimaro y se mantuvieron sin modificaciones hasta la actualidad.

En esta legislación se suprimieron algunos elementos que pudieran asociarse con ideas anexionistas: los rayos de Sol que iluminaban la llave eran trece en alusión a las trece colonias liberadas por Inglaterra. Igual cantidad de estrellas tenía el gorro frigio y la orla que enmarcaba el penacho de la Palma Real.

Asimismo dispone que el bello símbolo cubano vigente se compone de dos arcos de círculos iguales, los cuales se cortan y vuelven a la concavidad el uno al otro, como una adarga ojival y la integran tres espacios o cuarteles. El horizontal superior exhibe un mar con dos cabos, montañas o puntas terrestres a sus lados, que simbolizan la posición de La Mayor de las Antillas, entre las dos Américas y el nacimiento de una nación nueva. Una llave dorada de vástago macizo ubicada sobre un fondo azul marino cierra el estrecho. Al fondo se observa un sol naciente que despliega sus rayos por todo el cielo y recuerda la posición de Cuba: “la llave del Nuevo Mundo” y el vínculo entre el norte y el sur de América, así como entre esta y Europa; y además simboliza el luminoso surgir del naciente Estado.

Por su parte el cuerpo inferior derecho posee bandas del mismo ancho que alternan 3 de color azul turquí y 2 blancas, inclinadas todas de izquierda a derecha, las cuales se asocian a la bandera y representan la división de la isla en la época colonial en tres regiones occidente, centro y oriente. En el cuartel inferior izquierdo, en cambio, se muestra un paisaje de suelo verde, llano y montañoso, con un cielo azul claro, que simboliza la naturaleza cubana y su contenido donde resalta la Palma Real, el árbol nacional, con el botón de su hoja central en lo más alto, que alude al carácter indoblegable del pueblo.

Asimismo cuenta el escudo con un gorro frigio rojo vuelto hacia la derecha que sobresale, el cual fue el emblema que adoptó la Revolución Francesa y se utilizaba en la antigüedad por los hombres que habían alcanzado la libertad. En la parte central de este resalta una estrella blanca de cinco puntas, una de ellas orientada hacia arriba, tal como sucede en la Bandera Nacional, que señala que Cuba es un estado independiente.

Un haz de once varillas, sostiene al escudo, unidas por una cinta roja cruzada en forma de equis que le confiere fortaleza e indica la unión de todos los cubanos. Finalmente una rama de encina que representa la victoria y otra de laurel que significa la fortaleza adornan a la derecha y a la izquierda el escudo sin exceder su altura.

Su uso se estipuló en la Ley No. 42 de los Símbolos Nacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de 1983, en la cual se dispone que es Símbolo de la Nación junto a la bandera y el Himno Nacional. La norma regula que puede y debe ser utilizado en los tribunales, juzgados, oficinas, delegaciones, consulados, tribunales y otras dependencias del Estado para sellar sus despachos y documentos de toda clase y ornamentar los edificios y locales cuando el decorado lo exija.

Los autos oficiales también lo pueden llevar en sus puertas, las monedas igualmente deben sellarse con él, así como los documentos lacrados. Donde quiera que aparezca significa que ese documento o elemento está amparado por el gobierno cubano.

No se autoriza emplearlo como anuncio ni como distintivo, ni como parte del vestuario– salvo en los uniformes de instituciones armadas– ni es permitida su reproducción en artículos de uso no oficial, ni en edificios o vehículos particulares.

Es un símbolo muy respetado y querido por todos los cubanos.