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El sabroso aliñao oriental: una exquisita bebida que nace de una peculiar tradición de las familias en la zona oriental de Cuba

La llegada de un nuevo integrante a la familia siempre constituye motivo festivo para todas las culturas. Pero hoy Cubaconecta les propone conocer o recordar, una de esas tradiciones familiares de gran arraigo en la zona Oriental de Cuba, cuando ese momento llega.

Principalmente en la provincia Granma, cuando una mujer queda embarazada y decide que va a ser madre, junto con la canastilla o ajuar del futuro bebé, la familia comienza a preparar una bebida especial que se llama Aliñao oriental.

Efectivamente, en esos felices casos, cuando una mujer anuncia su embarazo, generalmente la futura abuela, prepara una vasija grande, preferentemente de vidrio, donde se comienzan a depositar trozos de frutas cocidas en azúcar.

En ese coctel no pueden faltar los trocitos de piña, las ciruelas, las cerezas, o las uvas...o sea, todas las frutas susceptibles de ser procesadas en almíbar.

También la caña de azúcar en pequeñas porciones, pero sin previa cocción, es usual que se le añada a esta dulce mezcla, que al cabo del tiempo cobra un exquisito sabor.

Por supuesto, cada familia le da su toque al Aliñao, y es por eso que la cantidad de azúcar y alcohol dependen del gusto de la persona que lo elabore.

Al nacer el bebé y ser trasladado a casa, tras una breve estancia en el hospital, la familia festeja el nacimiento del pequeño brindándoles a los visitantes una copita de Aliñao. Ahora, si el bebé es hembra las cosas cambian...

Sí, efectivamente, pues si la recién nacida es una niña entonces se guarda una botella de Aliñao que será descorchada cuando ésta cumpla quince años.

Ya para ese entonces el Aliñao se habrá convertido en un jarabe de frutas que se mezclará con más alcohol y será brindado a los presentes, quienes, por lo general, fueron testigos de los primeros pasos de la homenajeada.
Según cuentan los elaboradores, son tan remotas las raíces del aliñao que su origen se pierde en el tiempo y no se sabe a ciencia cierta cuando surgió esa bebida.

La fórmula en su origen muy lejano, comenzaba con ciruelas que se hervían y “ahogaban” en aguardiente de caña, para luego agregarles canela en rama y hojas de higo.

Con el paso de los años la receta ha evolucionado incluyendo varias frutas como ciruelas, piña, guayaba, fruta bomba, naranja y cerezas.

Hoy día, es una tradición, pero su origen fue de carácter práctico, pues era opción cuando se deseaba ofrecer una gran cantidad bebida a los invitados, y celebrar el nacimiento de un bebé.

Pero no solo en los nacimientos, como hemos apreciado; pues sólo desvelando la connotación mítica que posee la celebración del decimoquinto aniversario de las muchachas, podría entenderse la persistencia de costumbres tan arraigadas como la preparación del "aliñao oriental".

Aunque aparentemente simple, esta tradición posibilita una lectura tanto de los registros de la cultura popular como de los recorridos de la historia de toda una nación.