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Buzón más antiguo de La Habana

¡Fíjate bien! Siete pequeñas curiosidades de La Habana

Algunos enclaves curiosos de la capital de Cuba están tan bien escondidos o son tan pequeños que hay que estar muy atento para no perdérselos. La capital del país es cada día más turística y más conocida, pero todavía queda mucho para que deje de sorprender.

Por ello, estas son algunas de las curiosidades más pequeñas que encontrarás en La Habana:

 

El buzón más antiguo

En la fachada de piedra de la antigua casa del Marqués de Arcos, en la plaza de la Catedral, se encuentra una de las joyas artísticas de la capital.

Se trata de un antiguo buzón, esculpido en la misma piedra de la fachada y que representa la máscara griega de la tragedia. Tienen una hendidura en la boca que servía para introducir el correo de los marqueses y actualmente se sigue empleando para lo mismo. 

Alrededor del buzón puede leerse, como recordatorio de la fecha en la que se instaló, "correspondencia interior y peninsular".

 

La tarja de la esquina del Callejón del Chorro

Muy cerca del buzón, en la fachada de la esquina del Callejón del Chorro, hay esculpida sobre la piedra una tarja de 1592. Una tarja es un escudo grande. También se llamaba igual a la pieza de la armadura que se ponían los antiguos luchadores sobre el hombro izquierdo para defenderse de las lanzas contrarias.

El escudo, representado por una cruz o espada, tiene una inscripción que dice "Esta agua la trajo el maestro de campo Juan de Tejeda".

De esta forma, los primeros españoles dejaron señalado el lugar desde donde se extendió la zanja Real, lo que fue el primer acueducto de La Habana. De ahí viene también el nombre del callejón del Chorro.

La zanja, con una extensión de 8,5 kilómetros, abasteció durante más de dos siglos a los habitantes de la capital de Cuba.

Tarja La Habana

 

La estatua de John Lennon

El compositor inglés, ex de los Beatles, tiene una estatua en el parque del mismo nombre que está ubicado en el barrio de Vedado. El lugar es transitado por turistas y curiosos que se sientan a su lado para hacerse una foto y músicos que cantan y tocan sus letras.

El parque está entre las calles 6 y 8. En el banco donde reposa la estatua de John Lennon también hay una placa con una frase de la canción Imagine.

La estatua fue inaugurada en el año 2000 por Fidel Castro, a pesar de que en los primeros años de la Revolución la música de los Beatles fue prohibida por considerarse un icono imperialista.

Estatua John Lennon en La Habana

 

La calle más estrecha

La calle más estrecha de La Habana es conocida como el Callejón del Templete, por estar ubicada detrás del monumento, con nombre Templete, que indica el lugar donde fue fundada la Villa de San Cristóbal en el año 1519, en nombre de los Reyes de España.

Actualmente es la calle Enna, en memoria del General español Manuel Enna. Es una calle antigua y deteriorada. Mantiene todavía el adoquinado del asfalto y dos pequeñas aceras que le confieren los tres metros de ancho.

No es mucho más larga, apenas unos metros, cubiertos por la parte trasera del Templete y dos antiguos edificios coloniales.

Calle Enna de La Habana

 

En uno de los extremos de la calle podemos leer "Accesoria A" en una placa metálica, pero nadie sabe qué significa realmente, porque nadie conoce a la calle con ese nombre. Contrariamente si ha sido conocida con los nombres de Narciso López, Callejón de la Ceiba, Ceiba del templete y El Boquete de la Ceiba.

Es un lugar solicitado por los turistas, fácilmente accesible por encontrarse en la zona vieja de la ciudad. 

 

Los Cocotaxi

Estos pequeños taxis aparecieron en La Habana a finales de la década de los noventa como forma para transportar a los turistas por las zonas monumentales de la capital. Están equipados con un pequeño motor y deben su nombre a la forma redondeada de su chasis. Son pequeños, chillones y divertidos, aunque sólo tienen capacidad para dos pasajeros.

Su estructura es la de una motocicleta cubierta por una carrocería. Al no tener espacio para equipaje se utilizan sobre todo para pasear y conocer la ciudad.

Desde hace unos años se utiliza también para transporte público. En este caso el precio es menor y se diferencia por el color, son azules. Los cocotaxi se han convertido en un icono de La Habana.

Cocotaxi en La Habana

 

La ceremonia del Cañonazo

Todos los días, a las nueve de la noche, desde la fortaleza colonial San Carlos de la Cabaña, militares cubanos recrean un desfile de la época colonial que concluye con el disparo de una salva desde los cañones de la fortaleza.

Esta ceremonia es Patrimonio Cultural de Cuba y una gran atracción para los miles de turistas que visitan la capital del país habitualmente. Es sólo un disparo así que hay que estar muy atento.

El cañonazo se escucha desde gran parte de la ciudad y simboliza el cierre de la ciudad, cuando se avisaba con este sistema del cierre de las puertas que daban acceso a la ciudad amurallada.

Cañonazo de La Habana

 

La Giraldilla

Para conocer la historia de la Giraldilla debemos retroceder hasta 1539. En aquel entonces Don Hernando de Soto, que, desde hacía un año, era el Capitán General de Cuba y Adelantado de La Florida, emprendió un viaje por las actuales tierras de Estados Unidos para conocer nuevos territorios.

Se marchó con nueve navíos, trescientos caballos y novencientos hombres hacia la bahía de Tampa. Llegó hasta Georgia y cuando ya emprendía el regreso quedó prendado de una leyenda india que prometía la eterna juventud. Trató llegar hasta la fuente mágica pero murió en el intento por una fiebre alta.

Su mujer, Isabel de Boadilla, a quien dejó al cargo de la ciudad en su ausencia, esperó durante horas y años la vuelta de su esposo en la torre de vigía del Castillo de la Real Fuerza, que entonces era vivienda del gobernador de Cuba.

La Giraldilla original

 

Isabel murió unos años después. Dicen que de amor. Pero esa historia la convirtió en leyenda. Tanto que el artista Gerónimo Martín Pinzón esculpió una pequeña figura de 110 centímetros en su recuerdo. La mujer lleva la falda recogida hasta las rodillas, un medallón en el pecho con el nombre del escultor y una corona en la cabeza.

El gobernador de la ciudad, Don Juan Bitrián Viamonte, mandó colocar la figura a modo de veleta en lo alto de la torre del castillo. El nombre de giraldilla se lo puso el gobernador en honor a Sevilla, su ciudad de nacimiento.

La figura que se ve sobre la torre es una réplica, la original está resguardada dentro del castillo.