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¿Existe el peligro del ataque de tiburones en las playas cubanas? La respuesta te sorprenderá..

Si decimos que entre 1749 y 2017 se reportaron solo 44 ataques de tiburones a humanos en costas cubanas, y solo con 21 muertes confirmadas por esos hechos, puede comprenderse fácilmente que no constituyen un real peligro en nuestro país.

De hecho, de esas 44 agresiones, ninguna fue en las proximidades de zonas de baño, o sea a menos de 200 metros de distancia solamente se registraron 3 ataques en más de dos siglos, lo cual viene a ser algo muy raro tratándose de la mayor isla del mar caribe, un territorio donde conviven varias especies de escualos.

De modo que no debe existir temor por parte de bañistas y turistas pues de manera probabilística existirían más posibilidades de que los ataque un conejo que un tiburón. O seamos más exactos aún, se podría asegurar que las abejas, avispas y serpientes son responsables de más muertes cada año que los impopulares tiburones; aunque no vemos a nadie preocuparse por esos artrópodos.

Sin embargo, en el caso de Cuba otros datos llegan a ser espeluznantes, pues si bien no son comunes los avistamientos ni los ataques de tiburones, se han capturado especímenes que dejarían boquiabierto al mismo Steven Spielberg.

Por ejemplo, en el verano de 1945 siete pescadores habaneros en una pequeña barca nombrada “La Delfina” y con solo 14 pies de eslora, capturaron en Cojímar, puerto ubicado al este de la capital cubana, el espécimen de tiburón blanco más grande del que se haya sabido en el mundo.

Tiburon de Cojimar

La prensa mundial se hizo eco del acontecimiento pues aquel animal pesaba nada más y nada menos que 3,24 toneladas, o sea 7 mil 100 libras. De la punta de su hocico a la cola medía midió 21 pies (o sea, 7 metros más que la susodicha embarcación), y solamente el hígado del escualo pesaba mil 500 libras.

A partir de la relevancia que suscitó el hecho a nivel mundial, el periódico galo Le Monde bautizó la pesca como la captura de “El Monstruo de Cojímar”. Y más de 20 años después Steven Spielberg se basó en las dimensiones y el peso de aquel increíble animal para concebir su “Tiburón sangriento“, la famosa película que llenó miles de cines a nivel mundial a finales de los 70.

Si bien los tiburones, son el mayor depredador dentro de muchas cadenas alimenticias marinas, ellos mismos han sido aniquilados por la pesca indiscrimada. De tal modo la protección de tiburones y vida marina está teniendo una creciente importancia económica para Cuba en momentos en que el mejoramiento en las relaciones con Estados Unidos atrae un flujo de turistas, muchos de los cuales son atraídos a los espectaculares sitios de buceo de la isla.

Ahora bien, no olvidemos que al Cuba ser una isla y estar rodeada por el mar, el hábitat natural de los tiburones, es lógico que esas aguas sean habitadas por escualos, y si por otro lado mucha gente va a diario al mar con fines recreativos, un encuentro con tiburones es siempre posible, a pesar de ser muy improbable como vimos anteriormente.

Las áreas cubanas con mayor población de tiburones son los Jardines de la Reina al sur de la provincia de Camagüey donde se puede bucear entre varias especies de escualos que no representan una amenaza real. También la Bahía de Nuevitas y Playa Santa Lucía, todas ubicadas en la costa norte de la misma provincia, tienen una población significativa de tiburones entre los que predominan los Toros.

Cuando frecuentamos el mar siempre existe alguna probabilidad de encontrarse con un tiburón porque estamos en su hábitat natural, pero las probabilidades de ser atacado son tan escasas en Cuba que no vale la pena preocuparse demasiado por ese hecho.

Nuestras playas son tan paradisíacas que hasta en ese sentido han querido favorecernos sin que nos tengamos que dedicar a otra cosa que no sea el completo disfrute de sus encantos.