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Necrópolis Cristóbal Colón de La Habana: la maravillosa ciudad cubana del silencio

La Necrópolis Cristóbal Colón, Monumento Nacional de Cuba, es el cementerio más importante del país por sus cuantiosas obras arquitectónicas y escultóricas además de ser considerado uno de los de mayor valor cultural en toda América Latina.

El colosal conjunto funerario urbano de 57 hectáreas y 130 años de existencia, situado en la esquina de la Calzada de Zapata y Calle 12, en el barrio El Vedado de La Habana, es el más grande de los 21 cementerios capitalinos y, según varios especialistas, el segundo más importante del mundo por la profusión de magníficas esculturas y edificaciones funerarias que posee, únicamente superado por el Staglieno en Génova, Italia.

Colon 1

La primera piedra que dio inicio a su construcción fue colocada el 30 de octubre de 1871 y terminó de construirse cerca de quince años más tarde el 2 de julio de 1886. No obstante ya desde 1854 se había proyectado su construcción pues el Cementerio Espada que existía era insuficiente.

Colon 2

Se realizó según el proyecto del arquitecto español Calixto Aureliano de Loira y Cardoso, ganador del concurso público abierto para la construcción del camposanto, quien dividió en cuatro lotes las obras: primero el muro perimetral, la viabilidad y el arbolado, las portadas norte y sur y los edificios y la Capilla, única edificación religiosa con forma octogonal en Cuba. El 8 se asocia con la resurrección en la religión cristiana.

Colon 3

La magnífica entrada es un colosal monumento escultórico de 34 metros de longitud y 21 de altura que simboliza las virtudes teológicas de la caridad, la esperanza y la fe. La portada de estilo neobizantino es obra del arquitecto Loira quien yace en esta necrópolis, mientras que las esculturas y relieves de mármol de carrara ubicados en la parte superior fueron esculpidas por el gran artista cubano José Villalta de Saavedra.

Colon 4

Al dejar atrás la imponente portada se despliegan dos avenidas amplias denominadas Cristóbal Colón y Obispo Espada de norte a sur y Fray Jacinto de este a oeste, las cuales marcan la división de la necrópolis en cuatro zonas, inicialmente llamadas cuarteles. Posee una estructura en forma de rectángulo semejante a un campamento romano y está integrado por una red de calles, lotes y manzanas. Una perfecta ciudad.

Colon 5

Muchos panteones de la maravillosa urbe funeraria, son en realidad imitaciones hechas a escala de las mansiones coloniales de sus antiguos propietarios originales. Mientras que las cúpulas, los arcos y los hermosos vitrales que las decoran las convierten en verdaderas obras de arte. La institución cuenta además con el privilegio de ser el único cementerio de América dedicado al Almirante Cristóbal Colón, el gran navegante genovés que descubrió a Cuba y a muchos otros territorios americanos.

Colon 6

Esparcidas por doquier están las hermosísimas construcciones de mármol de carrara, pizarra y granito. Pero si sobrecogedoras son estas, más impactantes aun resultan las sublimes estatuas, cada una tan o más bella que la otra que se encuentran a cada paso. Resaltan entre ellas el grandioso complejo escultórico de 10 metros de altura, realizado por el escultor español Agustín Querol en honor a un grupo de bomberos que murieron trágicamente en 1890 en pleno servicio. Todos excepto uno poseen sus rostros reales. Al único del que no pudieron encontrarse vestigios de su cara, el artista le “prestó” su propio rostro y este hecho incrementó el efecto del heroísmo de los bomberos.

Colon 7

Muchas personas ilustres yacen en el Cementerio Colón: José Raúl Capablanca, ajedrecista, campeón mundial; Alejo Carpentier escritor, ganador del Premio Cervantes, Tomás Gutiérrez Alea, cineasta; Eliseo Diego escritor y poeta; Juan Chabás, escritor español, perteneciente a la Generación del 27; José Lezama Lima, escritor; Dulce María Loynaz, poetisa ganadora del Premio Cervantes; Chano Pozo, músico; Teófilo Stevenson boxeador tricampeón olímpico, entre muchas otras.

Colon 8

La tumba más visitada es la de “La Milagrosa”, pertenece una dama de la sociedad llamada Amelia Goire de la Hoz de la cual se cree que hace milagros. Constantemente saltan a la vista alados relojes de arena, antorchas invertidas, hermosos epitafios como el de los amantes Margarita y Modesto, que invitan al visitante a tener un pensamiento de amor y paz por ellos y lo saludan desde lo eterno.

Colon 9

Camposanto, centro de enseñanza de la historia y la arquitectura, deslumbrante y gigantesca galería de arte, todo a la vez es este majestuoso recinto que espera y recibe a los que van a su última morada y a los vivos que no quieren perderse un solo detalle de su espectacular belleza

Colon 10