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El Museo de Artes Decorativas de Santa Clara: una mansión donde la elegancia se hospedó para siempre

Más allá de algunos rasgos culturales innegablemente identitarios de la cubanía es necesario señalar que Cuba rebasa aquellos estereotipos de isla mulata, paraíso de la rumba, los habanos y el ron.

Por encima del carisma de su gente, sus subyugantes playas y todo lo extravagante que pueda resultar su sistema político, a Cuba siempre le ha sobrado distinción, gracia y elegancia, algo así como una extraña vocación de grandeza, que tan claramente enunciara el Papa Francisco en su última visita a La Habana.

A pesar de que hoy muchos se empeñen en captar las estampas marginales de un país decadente, lo cierto es que innumerables son los sitios que hablan de la opulencia y esplendor que algún día distinguieron a la isla y todavía recaban la admiración del visitante.

Uno de esos lugares imprescindibles es el Museo de Artes Decorativas, que se encuentra en la Ciudad de Santa Clara, a 278 kilómetros de la capital del país. Una edificación palaciega que nos describe a través de su nutrida colección todo el proceso de desarrollo y apogeo económico de la burguesía cubana durante la colonia y los primeros años republicanos.

Se trata de la única institución de su tipo en la provincia, y que por derecho propio se ha ganado el segundo puesto en importancia nacional después del Museo de Artes Decorativas de La Habana.

Dicha institución está ubicada en la casa de la familia Carta, justo en el entorno del actual Parque Vidal, de Santa Clara, antigua Plaza Mayor y centro de la urbe. En la antigua mansión colonial de marcado estilo neoclásico, también se aprecian influencias del rococó y el estilo imperio cubano, y se atesoran muebles, indumentarias y obras de arte decorativo de exquisito valor.

Posee colecciones que abarcan desde los siglos XVII al XX y valiosos elementos arquitectónicos que le confieren gran belleza. Se muestran ambientes decorativos propios de las de las clases adineradas cubanas de antaño, de modo que recoge las principales tendencias decorativas del centro del país.

Cuenta con diez salas de exposición permanente, una para exposiciones transitorias y otra para el desarrollo de actividades culturales. En las salas de exposición permanente del museo destacan su colección de abanicos, porcelanas, cristalería, lámparas, textiles, lienzos, elementos propios del vestuario y estatuillas de interiores.

Artes Decorativas Santa Clara

Destacadas son sus bajillas y las piezas de lencería pertenecientes a la familia Martí-Bancé, que conforman la colección más preciosa de todo el país, así como algunos objetos personales de la reconocida poetisa Dulce María Loynaz y del Castillo, Premio Cervantes de literatura.

En honor a tan distinguida dama cubana, la sala destinada a conciertos y actividades culturales, constituye uno de los sitios más concurridos de la ciudad pues acoge importantes peñas musicales, literarias y escénicas dentro del habitual ajetreo cultural villaclareño, de modo que resulta un punto de reunión obligada para los amantes del arte en general.

Abierto el 4 de diciembre de 1987, El Museo de Artes Decorativas ha desempeñado desde ese momento una labor educativa de relevante importancia para la ciudad de Santa Clara, y por casi tres décadas se ha erigido como un espacio cultural único.

Pero fundamentalmente es claro ejemplo de cómo insertar la labor patrimonial de un museo en las comunidades, abogando por el conocimiento y la defensa de la rica herencia histórica y artística de la localidad.

El Museo de Artes Decorativas tiene un horario de martes a jueves, de 9:00 am a 5:00pm, mientras que los fines de semana extiende su horario hasta horas de la noche.

Por su posición geográfica ofrece la posibilidad de visitar otros lugares de interés y atractivo cultural, como son los hoteles Central, América y Santa Clara Libre, el Teatro "La Caridad", el Monumento a la Acción contra el Tren Blindado y el Centro Recreativo Cultural "El Mejunje".