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Plaza Dolores

La Plaza Dolores, uno de los más bellos recodos de Santiago de Cuba

La calidez de la ciudad de Santiago de Cuba reserva innumerables sorpresas al visitante que se adentra en sus tortuosas calles, avenidas y parques, pero entre los recodos favoritos de muchos, sobresale el acogedor entorno de la Plaza Dolores.

En pleno corazón de la ciudad de Santiago de Cuba, y a solo unos pasos de la Calle Heredia y la Catedral Nuestra Señora de la Asunción, sobresale una de las plazas más pequeñas y mejor conservadas de la segunda capital de la isla.

Se trata de un parque que con el cursar de los años se convirtió en la segunda plaza en importancia de Santiago. Su construcción data de inicios del siglo 17 y tardó hasta el año 1777, en verse terminada.

La placita era la entrada oficial por tierra de las producciones agrícolas, y se convirtió posteriormente en el principal mercado de la villa. Ya para 1960 se fundó el nuevo Mercado de La Concha, por lo que dejó de utilizarse la plaza de los Dolores para esas actividades mercantiles.

Fue así que, tras una serie de rediseños a lo largo de la historia, la plaza terminó siendo un parque alargado, con estampa de alameda, y su estrechez se vio bordeada de un exquisito y acogedor arbolado que les daba sombra a sus bancos de madera sobre un suelo de adoquines de cerámica y hormigón.

Más que eso iniciaría entonces la antigua tradición citadina de sentarse y descansar bajo la refrescante cubierta vegetal cada tarde de domingo, viéndose acompañada esta estadía del sonoro pregón de los dulceros y maniseros de antaño.

En torno suyo fueron emergiendo una multiplicidad de edificios con estilos arquitectónicos coloniales, y predominancia ecléctica que trasladan al transeúnte a una época en que las plazas eran el corazón de la ciudad y donde la sociedad se reunía para pasar sus ratos de esparcimiento.

En el corazón de la plaza se erigiría luego la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, que tras un fatídico incendio en el año 1970, perdió toda sus funciones religiosas y se convirtió en sala de conciertos y sede de la Sinfónica Oriente.

Según se dice por los amantes de la música en la que, dicho sea de paso, es la más musical de las ciudades cubanas, este espacio ofrece condiciones acústicas únicas, lo cual permite disfrutar de inolvidables conciertos cada noche de la semana.

Sin lugar a dudas todo aquel visitante que llegue a Santiago de Cuba encontrará en la Plaza Dolores atractivos suficientes como para dejarse bien guardado en la memoria ese rato de sosiego plácido que este espacio le regalará.