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Alicia Alonso

El Gran Teatro de La Habana, una edificación fascinante en el centro de la capital

Se trata junto al Capitolio Nacional de uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad capital de Cuba. Si bien el actual edificio fue levantado para acoger la sede del Centro Gallego de La Habana, siendo el recinto donde se interpretó por vez primera la marcha del Himno Gallego, con el cursar de los años se erigió como la principal plaza cultural de La Habana.

El Gran Teatro se encuentra ubicado en el municipio Centro Habana sobre el Paseo de Martí, también reconocido como el Paseo del Prado. El gran palacio se ubica exactamente en la esquina suroeste del boulevard de San Rafael, y al lado oeste del Parque Central.

Su historia data de 1834, cuando el gobernador general Miguel Tacón y Rosique ideó la construcción de un coliseo que tendría una mayor capacidad que el ya existente, el Teatro Principal, ubicado en las inmediaciones de la Alameda de Paula.

 

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A cargo de la construcción del edificio quedó el adinerado empresario negrero catalán Francisco Martys Torrens, quien escogió el espacio público ubicado en la manzana formada por las intercepciones de las actuales calles San Rafael, San José, Consulado y el Paseo del Prado, de La Habana colonial. Luego de varios meses de trabajo se inauguró el 28 de febrero de 1838, y para la ocasión se dio un baile de carnaval en el aún inconcluso recinto. En su génesis, recibió el nombre de Teatro Tacón en honor al gobernador general que ordenó su construcción.

Ya para el 15 de abril de ese mismo año quedó oficialmente inaugurado con la puesta en escena de Don Juan de Austria, obra protagonizada por el famoso actor cubano Francisco Covarrubias, quien fuera el creador del teatro vernáculo cubano e iniciador del costumbrismo en nuestra literatura.

El Teatro de Tacón fue obra del arquitecto Antonio Mayo, quien lo concibió con un estilo ecléctico predominante. Con 90 palcos, más de 20 filas y capacidad para recibir a unos dos mil espectadores, se convirtió en el escenario por excelencia de la aristocracia criolla.

En su época, el Tacón fue el teatro más grande y lujoso del continente americano; y por sus cualidades técnicas el tercero del orbe, después de la Scala de Milán y el de la Ópera de Viena.

 

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El edificio actual fue inaugurado en 1914 y es obra del arquitecto belga Paul R. Beleu quien lo ideó en estilo neobarroco, siguiendo las construcciones del barroco europeo, por lo que abundan las tallas y esculturas en piedra desde los balcones hasta el techo.

En su fachada principal tiene cuatro complejos escultóricos en mármol blanco con alegorías de la Beneficencia, la Educación, la Música y el Teatro. Dichos elementos se colocaron de forma equilibrada, y los balcones, ventanas, cornisas, la proporción de sus torres y la unidad de las molduras logran un ritmo elegante.

La mayor sala, llamada Federico García Lorca, tiene capacidad para mil 500 personas, y es sede del Ballet Nacional de Cuba, además de acoger las temporadas de ópera ofrecidas por el Teatro Lírico Nacional de Cuba. Dispone además de otras salas más pequeñas como la Lecuona, y espacios como el Café «Adagios» donde se producen recitales de música de cámara.

 

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Actualmente, el Gran Teatro de La Habana acoge las célebres funciones del Ballet Nacional de Cuba, bajo la tutela de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso. En sus salas el público puede deleitarse con las temporadas del Festival Internacional de Ballet de La Habana, el cual constituye un acontecimiento en el mundo de la danza, donde se presentan bailarines del Royal Ballet de Londres, de la Scala de Milán, y el New York City Ballet, entre otras grandes compañías.

En septiembre de 2015, el Consejo de Estado de la República de Cuba acordó, denominar al Gran Teatro de La Habana como Gran Teatro de La Habana «Alicia Alonso», en honor a esa genial bailarina.