¡Cuba a todo color! en el Carnaval de La Habana

Cualquier momento es oportuno para disfrutar los encantos de la capital cubana, sin embargo, no existe un momento de mayor concurrencia, alegría y disfrute que cuando La Habana se viste de carnaval.

Mundialmente conocidos son los carnavales de Río de Janeiro en Brasil, los de Oruro en Bolivia, los de Venecia o los que se celebran en Uruguay, sin embargo a nuestra isla le cabe el orgullo de tener fiestas igual de populares, una de ellas en su propia capital.

Aquellos viajeros que se sientan seducidos por los encantos de esa ciudad añosa, con una arquitectura y paisajes que le han valido la inclusión como una de las siete ciudades maravillas del mundo, debieran descubrir el mágico encanto que despierta el mayor de los festejos capitalinos.

Contrario a lo que ocurre en otras geografías, hemos de reconocer que la fecha de realización del Carnaval de La Habana constituye un misterio, hasta que se proclama públicamente los días en que se sucederá. No obstante, aquellos visitantes que deseen disfrutar del festejo tentativamente debieran programar su viaje para los meses de julio y agosto, período en que se desarrollan.

Pero si bien las fechas han ido variando con los años, se mantiene inalterable esa explosión de color y música. Se trata de un momento esperado por miles de personas, ansiosas de gozar de ese inigualable espectáculo que comprende un desfile de fantásticas carrozas y congas en una mezcla tan barroca como nuestra propia capital.

Si bien se desarrollan en diferentes puntos de la ciudad, el visitante puede encontrar el epicentro de esos festejos en el paseo del Malecón, donde los desfiles de las comparsas tienen entre sus principales encantos a los llamados "muñecones", gigantescas figuras de papel y yeso que representan a los más disímiles personajes.

A ellos se suman los zanqueros, los bailarines y los faroleros, que se suman al espectáculo llevando accesorios de abigarrados colores que hacen girar de forma continua en el aire por medio de una larga vara.

 

 

Pero el principal atractivo sin dudas se encuentra en las tradicionales comparsas con una viejísima tradición en la cultura cubana, y entre las que se encuentran La Giraldilla de La Habana, La Jardinera, Los Marqueses de Atarés, El Alacrán, y la que quizás goce de mayor fama nacional, Los Guaracheros de Regla.

Cada una de esas agrupaciones, que tienen su origen e idiosincrasia en los diferentes barrios habaneros a los que pertenecen, alistan cada año un vistoso espectáculo, cuya finalidad es emular con los restantes.

Algo que distingue a este festejo es el igual de admirable Carnaval Infantil, que se celebra dentro de la propia festividad, y donde los menores hacen su propio espectáculo, adueñándose de los valores folclóricos. Sin lugar a dudas se trata también de la oportunidad que tienen los maestros de ceremonia para formar tempranamente a su relevo en los seductores encantos del carnaval.

También carnaval infantil

Especialmente uno de los días del jolgorio capitalino se dedica completamente a los niños, y entonces el malecón estalla de payasos, carrozas, magos, dulces y golosinas que constituyen el mayor regalo para los más pequeños.

Sin lugar a dudas se trata de un espectáculo único para quienes por primera vez se tropiezan con una fiesta similar. El color, las danzas y ritmos folclóricos donde las tumbadoras y cornetas tienen marcado protagonismo, nos transportan a un mundo casi onírico, donde muy difícilmente no nos domine el éxtasis y nos pongamos a bailar.

Cada año los visitantes provenientes de lejanas geografías se terminan integrando como participantes activos pues muchos aseguran que los pegajosos estribillos terminan contagiando hasta a los más pacatos.

De todas formas, el carnaval supera el ámbito músico danzario y, como complemento, encontramos platos típicos de la cocina cubana, los refrescantes mojitos y cócteles, pero en especial la popular cerveza fría.

El Carnaval de La Habana es una de las más viejas prácticas de la isla, con raíces históricas que nos llevan a los siglos de la colonia, y en especial a la celebración del día del Corpus Christi, cuando los negros esclavos tenían la venia de sus amos para organizar durante un día danzas y canturías colectivas.

Sin lugar a dudas, más allá de las excelentes playas y su exuberante naturaleza insular, Cuba ofrece admirables costumbres y tradiciones, como es el caso de las fiestas del Carnaval de La Habana.