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"Palmas y Cañas": el más viejo y querido de los programas de la televisión cubana

Fue en el verano de 1962 cuando la televisión cubana inició la transmisión de un nuevo programa sin sospechar que al pasar de los años se convertiría en uno de sus paradigmas de todos los tiempos, superando el medio siglo ante las cámaras y en el centro de la aceptación mayoritaria de los públicos.

Eso es “Palmas y Cañas”, un show televisivo dedicado a promover las tradiciones campesinas cubanas y que por más de 57 años se ha mantenido al aire ininterrumpidamente, siendo el más antiguo de los programas de televisión en todo el Caribe.

El estelar de los domingos, es una revista variada por la que durante una hora (de 7:00 a 8:00 pm) desfilan diferentes expresiones del folklore de nuestros campos y comunidades rurales.

Desde su concepción y diseño los esperados guateques, fiestas donde los invitados bailan al ritmo los conjuntos musicales, y llegando a las populares controversias, son los platos fuertes del popular espacio.

Y es que desde los 60 del siglo XX el programa fue concebido como un producto audiovisual de alta complejidad, pensado hábilmente en las cuestiones técnicas y organizativas, sino, y sobre todo, en buscar un elenco de amplio reconocimiento popular.

Fue así como desde los inicios logró aglutinar a los más importantes exponentes de la música campesina, el repentismo, incluso de las danzas típicas, manifestaciones todas que han pasado por Palmas y Cañas en todos estos años.

Entre esas grandes figuras destacan por ejemplo el decimista Jesús Orta Ruiz, conocido como “El Indio Naborí”, quien se mantuvo además durante mucho tiempo concibiendo los libretos del popular guateque, en el que además asumía deliciosas controversias con el repentista Adolfo Alfonso.

Para los entendidos y estudiosos de la televisión cubana, Palmas y Cañas logró trascender gracias a su encomiable trabajo para difundir un área de la cultura nacional que si bien es muy rica, no gozaba de un espacio estelar, dedicado a las poblaciones asentadas en las zonas rurales del país, donde en definitivas se gestaron muchas de esas manifestaciones.

De hecho fue Palmas y Cañas el principal vehículo desde el punto de vista de la radiodifusión que ayudó a revertir la poca visibilidad del sector campesino y sus costumbres guajiras, y que con los años logró altos niveles de teleaudiencia incluso en poblaciones urbanas.

El espacio acogería a grandes de la musica guajira como Celina González, Albita Rodríguez, Justo Vega, y otros que se formaron y cuajaron un estilo en el programa, como fue El Jilguero, Fefita Hernández y hasta una Liuba María Hevia que tuvo sus inicios aquí.

En la actualidad Palmas y Cañas se mantiene con uno de los más altos índices de teleaudiencia en la televisión cubana, cada domingo a las 7 de la noche, con rostros frescos que mantienen la genuina huella de aquellas primeras emisiones.

Con el inconfundible tema de aquel dúo memorable de Ramón Veloz y Coralia Fernández, sigue enarbolando ese eslogan que lo identifica como “El guateque del Domingo ¡Donde nace lo cubano!”.