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Los Muñequitos de Matanzas, la mayor agrupación rumbera de toda Cuba

Nombrar la música cubana implica, entre muchas otras cosas, nombrar a la rumba y sus vertientes más originales y caribeñas, entraña hablar ineludiblemente de Matanzas, una de las provincias más musicales de la isla.

Y cuando se habla de la rumba matancera hay que referirse indudablemente a Los Muñequitos de Matanzas, que por varias décadas han mantenido una sólida tradición que los erigió en leyenda.

Por más de 65 años la mayor agrupación rumbera del país, han contagiado con sus tambores, sus cánticos y compases, el público nacional y foráneo.

Merecedores de las diversas alabanzas por ser de los más reconocidos cultivadores de la rumba en todo el orbe, con su obra han contribuido a posicionar ese género como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, a partir de su nombramiento por la Organización de Naciones Cubana para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Los Muñequitos, nacidos como El Guaguancó Matancero en el barrio de La Marina, a ciento diez kilómetros de La Habana, se han presentado desde sus inicios en escenarios de Los Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Brasil, Puerto Rico, Costa Rica México y Canadá, donde ha ganado indiscutibles vítores y excelentes valoraciones de los críticos.

Ya al año siguiente de su fundación el grupo graba con el sello Puchito, su primer LP, con los títulos Los Beodos y Los Muñequitos, logrando así un éxito tan rotundo que motivaría el cambio de nombre.

Su trayectoria incluye fonogramas como Rumba Abierta, Guaguancó, Cantar Maravilloso, Rumba Caliente, Rumberos de Corazón, Tambor de Fuego y De Palo Pa’ Rumba.

En el 2001 llegaría otro momento especial cuando el grupo grabó el álbum La rumba Soy Yo, que reunió a los mejores cultores nacionales en una producción que les valió un Premio Grammy Latino en la categoría del Mejor Álbum Folklórico.

Algo que distinguió desde el inicio al grupo fue que sus integrantes fundacionales eran rumberos genuinos de los más marginales barrios, pero su percusión tenía una alta calidad y en sus temas cohabitaban el sincretismo religioso y otros temas más profanos.

No fue hasta que se incorporó la coreografía, que se logró una más depurada puesta en escena. En la actualidad cuentan con más de un centenar de rumbas y cantos tradicionales. De su repertorio, casi todos los números son de su autoría lo que sin duda favorece aun más perfilar el sello que les distingue.

Este legendario grupo se ha mantenido fiel a su estilo fundacional, y a sus tradiciones, sumando sonoridades contemporáneas, sin perder los acentos más genuinos de los ancestros africanos.