Parque Almendares, el pulmón verde de La Habana
El Parque Almendares o Parque Metropolitano de La Habana, es el mayor bosque urbano de la capital de Cuba y de toda la isla, una selva tropical de bellos paisajes que atraviesa varios municipios habaneros y es considerada como el pulmón verde de la urbe.
Este emblemático y popular paraje capitalino, se extiende por siete kilómetros aproximadamente a lo largo de la ribera del río Almendares desde la zona de Puentes Grandes hasta la desembocadura del afluente y forma parte del conocido Bosque de La Habana, como se le denominó a esta gran área verde citadina antes de 1959.
Resulta un lugar ideal para relajarse y escapar de la arrolladora dinámica de la urbe, disfrutar de la naturaleza y tomar bellas fotos. Es considerado como una institución recreativa y medioambiental que comprende cuatro complejos: El Parque Almendares, el Parque Forestal, Los Jardines de la Tropical y Los Jardines del La Polar en los cuales tienen lugar numerosas actividades culturales como conciertos en vivo de conocidos grupos musicales, el Havana World Music Festival, entre muchas otras.
También es posible disfrutar de sitios como el Mirador, el hermoso puente de piedra, los restos de la Presa El Husillo y los canales del Acueducto de Fernando VII.
Los visitantes, habaneros que por lo general buscan el disfrute en familia, cuentan con un divertido servicio de mini-golf o golfito, un anfiteatro donde se realizan juegos y actividades educativas, restaurantes, sala de exposiciones, alquiler de botes para navegar por el río y el gustado parque sobre la era de los dinosauros que exhibe un gran número de estos enormes reptiles hechos de piedra
Una de las partes más hermosas del Parque Metropolitano de La Habana es la denominada Isla Josefina. Se trata de un área protegida que clasificada en la categoría de Paisajes Naturales Protegidos en Cuba. Abarca casi nueve hectáreas del tercio inferior del río y su boscosidad le confiere un elevado valor al paisaje de esta zona, cuya flora comprende 87 especies.
Las aguas del río Almenares distan de ser cristalinas, pues en ellas a lo largo de los años vertieron sus desechos varias industrias y los habitantes de los alrededores, pero se han puesto en marcha iniciativas encaminadas a la educación medio ambiental y a fomentar el amor a la naturaleza en la comunidad y los visitantes, gracias a las cuales la oxigenación del río ascendió y se acerca al 5%, se logró la reforestación y la reaparición de aves migratorias y especies acuáticas.
Más de una película cubana, programas policiacos, novelas y otros audiovisuales de factura nacional han tenido como escenario al Parque Almendares y al Bosque de La Habana y su peculiar naturaleza termina siendo un personaje más de la obra.
Sus paisajes son por momentos mágicos, misteriosos en ocasiones y oníricos otras veces, pero hay algo que siempre prevalece, la intensidad con la cual atraen y se fijan en la mente y esa suave sensación con que acarician el espíritu que se convierte en una invitación a volver para fundirse nuevamente en ellos.
