La Polymita, el molusco más bello del mundo, es una maravilla exclusiva de Cuba
La Polymita es un precioso caracol arborícola endémico de La Mayor de las Antillas, considerado el más bello del mundo por poseer los más atractivos patrones naturales de color que son el resultado de su paulatina adaptación a la flora excepcional en la cual habita.
Según explica, David Maceira, en un artículo publicado en el libro "Cuba" de Eladio Fernández, que resulta un encuentro fotográfico con la naturaleza de la isla, las hermosas conchas de estos singulares moluscos, adquirieron su diversidad de colores mientras se adaptaban a la vegetación de distintos tamaños: flores, hojas y frutos y gran epifitismo (plantas que crecen sobre otras).
El “salto” adaptativo de los caracoles hacia los árboles, afirma Maceira, se relaciona con la actividad de una gran variedad de depredadores, entre los que figuran aves, anfibios, cangrejos, arácnidos, reptiles e insectos y a la presencia un mosaico biológico que favoreció el surgimiento de formaciones vegetales diversas y un alto endemismo.
Estas condiciones fueron propicias para la aparición de una concha adaptada a la sequía tanto en los extremos de las regiones oriental y occidental, como en las zonas costeras del archipiélago cubano. También dieron lugar a una malacofauna (fauna de moluscos) aclimatada a las condiciones de humedad de lugares situados a una altitud de hasta 2 mil metros sobre el nivel del mar.
Es por esa razón que la Liguus (Orthalicidae) y Polimyta (Xanthonichidae) son las que poseen colores más bellos. El molusco arborícola que más abunda en los bosques es el Liguus fasciatus o Guanaja, en cambio el más hermoso por su concha sinistrorsa es el Liguss vittatus, ejemplar que solo habita en el Parque Nacional Desembarco del Granma.
La bellísimas Polymitas, por otro lado, tienden a confundirse con las flores y frutos verdes y maduros de los árboles y también a ellas está asociada la vida de un ave endémica cubana en peligro crítico de extinción: el Gavilán Caguarero (Condrohierax wilsonii), del cual son el alimento preferido. Ambos animales son casi exclusivos del citado Parque Nacional Desembarco del Granma donde existe uno de los sistemas de terrazas marinas mayores y mejor conservados del planeta que alcanzan hasta 360 metros sobre el nivel del mar.
Sobresale también la relación del precioso molusco con la planta de café, pues en los lugares donde esta especie vegetal es abundante, se producen también grandes poblaciones del caracol.
La Polymita puede confudirse con la Coryda con la que convive simpátricamente (no existe una barrera geográfica entre las poblaciones de ambas especies). De esta última la más difundida es la Coryda Lindoni, muy colorida, la cual habita en el Parque Turquino en la Sierra Maestra.
La caza indiscriminada de estos preciosos moluscos cubanos con fines artesanales, la deforestación y la fragmentación de sus hábitats los ha puesto en peligro de extinción, por eso hoy solo crecen en áreas protegidas muy bien conservadas, creadas por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas donde se garantizan su cuidado y conservación.
Fotos: Cortesía "La Polymita"
