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Entérate por qué el cocodrilo cubano es el más terrestre e inteligente de los animales de su especie

El cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer) de la familia Crocodylae, es el más inteligente, pequeño y terrestre de los animales de su especie como resultado de su adaptación y evolución en condiciones de insularidad y actualmente solo vive en zonas restringidas de Cuba y cuenta con una población reducida y seriamente amenazada por el peligro de extinción.

Se considera que en su caso la evolución dentro de la isla tendió a reducir el tamaño de su cuerpo que es pequeño–en muy raros casos supera los tres metros y cincuenta y siete centímetros– comparado con el de su parientes más cercanos el cocodrilo del Nilo y el marino que pueden llegar a medir hasta siete metros.

Su gran inteligencia esté relacionada con la no existencia en Cuba de mamíferos carnívoros, hecho que probablemente hizo que este cocodrilo suplantara a esa especie, volviéndose el mayor depredador nativo. Hay evidencias de que cazaban en grupos, pues hoy en día se han observado casos de cooperación mientras cazan y comen y un respeto al orden jerárquico en el acto que depende del sexo, la fuerza y el tamaño.

Pero eso no es todo, los dientes en la porción trasera de la boca son más anchos que los frontales lo que les permite aplastar las tortugas que constituyen parte de su dieta. Y hay más, estos magníficos animales golpean los árboles con su cola para sacudirlos y hacer caer a los mamíferos que se encuentran allí para luego devorarlos. Sin dudas cada nueva habilidad de este increíble animal es más asombrosa que la otra.

El hecho de ser los cocodrilos más terrestres se debe por otro lado a las patas. Son más largas que las de otras especies con escamas duras y robustas a manera de quillas. La forma de las extremidades les permite caminar a grandes distancias, correr casi a igual velocidad que un caballo en tramos cortos y dar saltos grandes desde la tierra o desde el agua para alcanzar presas en los árboles como una jutía, por ejemplo. Por estas habilidades excepcionales el reptil cubano es catalogado no solo como el más terrestre e inteligente: es también “el atleta de los cocodrilos”.

En lo que respecta a la reproducción, los machos tienden a reunir cada uno el mayor número de hembras y se producen impresionantes combates entre ellos para poseerlas: comienzan con los rugidos de amenaza entre los contendientes que golpean fuertemente la superficie del agua con la cabeza, cerrando las fauces bruscamente, mientras chocan en ellas los dientes y emiten un sonido parecido al que produce un hachazo sobre un tronco hueco. Luego se aferran las bocas, giran, se sacuden arremolinando grandes cantidades de agua hasta que el vencido se retira, mal herido en ocasiones.

Las hembras hacen los nidos formando un montículo de arena al inicio de la temporada lluviosa de un metro de alto por dos de ancho para evitar que se inunden los huevos - ponen de 20 a 60-. Solo un diez por ciento de las crías sobrevive pues el resto es devorado por aves, mamíferos o reptiles. Más esta no es la principal causa de que su población haya disminuido en un ochenta por ciento y se halle el peligro crítico de extinción con apenas 4000 ejemplares en total.

Los mayores peligros o amenazas son: la pérdida del hábitat, la caza indiscriminada y explotación (para el uso de su carne en restaurantes y de su piel para hacer artículos de artesanía) y los efectos de la hibridación: se mezclaron distinción el con el cocodrilo americano (en la Laguna del Tesoro, Ciénaga de Zapata, Matanzas), han surgido nuevos híbridos y la especie cubana está siendo reemplazada y cada vez se hace más difícil identificarla y preservarla.

Afortunadamente en Parque Nacional de la Ciénaga de Lanier, ubicado en la isla de la Juventud, aunque no está cuantificada su población, se sabe que está reproduciéndose bien el cocodrilo cubano, una especie maravillosa que sin dudas puede considerarse un tesoro natural único de la Mayor de las Antillas.