Las peleas de canto de los negritos cubanos
No, no estamos hablando del clásico personaje del negrito del teatro vernáculo cubano que decidió revolotear y pelarse en el escenario, sino de otro muy peculiar el: Melopyrrha nigra una especie de ave endémica de Cuba y Gran Caimán que es única en su género y deleita con su canto.
Los cubanos aficionados a las aves saben bien de esta apreciada especie cuyo valor está implícito en su propio nombre científico, pues Melopyrrha significa melodiosa y nigra, por supuesto, negra.
Y sí, este negrito cubano es un portento y más adelante verás por qué.
Vive fundamentalmente en la Isla de la Juventud y otros cayos cubanos grandes, normalmente en los matorrales de tierras de mediana altitud o bajas. La subespecie cubana es la Melopyrrha nigra (según Linnaeus en 1758).
El codiciado negrito, que no muy a menudo ves en una jaula en La Habana u otra ciudad cualquiera de la isla, tiene una longitud de alrededor de 14 centímetros y pico grueso. Los machos son de un color negro muy brillante y poseen una mancha blanca en el ala. Las hembras, en cambio, son de un negror más opaco y también tienen la citada mancha solo que más pequeña.
El canto lo produce el macho y es realmente melodioso, largo aunque no muy intenso.
En sus hábitats naturales tienden a reunirse en grupos familiares pequeños. Se alimentan semillas, insectos y frutas diminutas. Su nido lo fabrica entre las lianas, grande y esférico, con la entrada por un lado. Utiliza para construirlo hojas, raicilla, fibras, paja y hasta plumas y normalmente pone entre tres y cinco huevos.
Aunque en un día lluvioso algún habitante de una azotea habanera pueda ver casualmente a una pareja posarse en el piso mojado, hecho casi seguro ligado a que se escaparon, lo cierto es que resulta más deseado como ave de jaula.
¿Por qué lo prefieren enjaulado?
¡Pues ahí está lo interesante! Resulta que no solo es por admirar su hermoso canto y su atractiva apariencia. Desde el punto de vista comercial el macho es el más deseado porque se emplea nada menos que en ¡"peleas" de canto!
Se trata de un espectáculo de lo más peculiar y entretenido, resulta que se pone a cantar a los adversarios enjaulados, quienes comienzan a trinar para defender su “territorio”, y el trino va haciéndose cada vez más potente, hasta que uno de los dos se detiene y levanta las lumas de su corona, popularmente hablando "se enmoña", con lo cual se define como el vencido.
Sí, tal como si lo contrariara tener que ser el perdedor. ¡Sorprendente! ¿No?
