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El Yunque

Tres senderos de Baracoa entre naturaleza virgen

Baracoa, municipio de Guantánamo, la provincia más oriental de Cuba, es un nombre aborigen de origen arahuaco que significa existencia del mar, término parece englobar el singular contraste entre sus grandes montañas cubiertas de tupidos bosques vírgenes, los ríos que confluyen en ella, la diversidad de su flora y fauna de gran endemismo y sus playas sembradas de uva caleta y cocoteros, entre otras maravillas.

Sus especies florísticas incluyen pinos, helechos arborescentes y otras plantas endémicas, algunas en peligro de extinción: Caguairán, Ácana, Cuyá, Azulejo, Caoba, Cedro, Jiquí, Roble e Incienso. También es posible observar árboles de cacao.

Su fauna es igual de sorprendente de un gran endemismo, varias de cuyas especies se hallan también el peligro de desaparecer como el Almiquí, el tocororo, la Jutía conga, el majá de Santa María y la Polymita picta, entre otras.

Parte de Baracoa pertenece también al Parque Nacional Alejandro de Humboldt, la mayor Reserva de la Biosfera de las Antillas, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, también en esta región se halla el Río Toa, el más caudaloso de Cuba.

¿Sabes que tenemos la fórmula para que puedas descubrir y toda esa maravilla y sacies tu sed de naturaleza virgen?

Pues sí, se trata de tres opciones de senderismo consistentes en caminatas guiadas por senderos de ensueño, localizados en áreas protegidas de excepcional hermosura en los que pueden observar las especies endémicas que ya te enunciamos y toda la belleza de Baracoa.

 

El Yunque

 

1. El Yunque: elevación declarada Monumento Nacional por sus valores paisajísticos, naturales, culturales e históricos extraordinarios, que debe su nombre a la similitud de su forma con la del instrumento de herrería utilizado para forjar metales.

El recorrido te llevará a una altitud de 575 metros sobre el nivel del mar. Este lugar único alberga un amplio espectro de la flora cubana está representada en este lugar y puedes descubrir especies endémicas locales. Si amas la observación de aves te deleitarás admirando zunzuncillo, la cartacuba, cotorra, tocororo. A esto se suma un paisaje de espectacular que te hará contener el aliento, en el que se desplegarán ante ti la Ciudad Primada, los estuarios de los ríos Duaba y Toa y las montañas del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.

La flora en el lugar es abundante y diversa. Podrás observar árboles maderables como la ceiba, el ocuje, la majagua, el cedro. También te será posible admirar las plantaciones de cacao, parte de la cultura y de la historia baracoense. Dentro de su fauna verás reptiles, serpientes ciegas en sus mayoría, el jubo y el majá negro, además de muchos lagartos como el marró y el chipojo. Algo que te parecerá todo un tesoro colorido es la Polymita picta. Te asombrarán igualmente los abundantes mancaperros de varios colores y los ciempiés.

La duración de este recorrido es de cinco horas, la longitud del trayecto es de 10 kilómetros y la máxima capacidad de personas a guiar es veinte. El nivel de dificultad es alto.

2. Juncal-Rencontra: el recorrido inicia en el pueblo de La Rencontra, una ruta de fácil acceso rodeada de cocoteros, cafetos y bananos en las orillas del Río Duaba. Aquí te esperan una exuberante flora compuesta de pomarrosas, yagrumas, palmas, Piñón florido, Jobo, majagua, variados árboles frutales como mandarina, naranja, mango y otros. La fauna es también muy rica, la integran carpinteros, tocororos, zorzales, zunzunes, chipojo o salta cocote, jubo, majá de Santa María, jutía y varias especies de palomas salvajes.

Y qué decir de las impresionantes vistas que regala este increíble lugar. El Yunque se observa muy cerca y la montaña conocida como La Bella Durmiente.

En este caso la longitud del viaje es de cuatro horas, la longitud del sendero de 7km, la cantidad máxima de personas que se admiten es 20 y el nivel de dificultad es promedio.

3. Mata Cajuajo. Se trata de una caminata placentera al costado de las montañas, en la que disfrutarás de la vegetación que crece a ambos lados del camino y que conduce a la bahía con su playa Cajuajo, una de las más adorables de la región. Como unas de las maravillas que pueden observarse a lo largo del bosque se te deleitarás admirando árboles como Quiebra Hacha, Ácana, un ocuje de cien años de antigüedad y numerosas especies de aves como el ruiseñor, cao, cotorras, tocororo y cartacuba.

Recorrer este trayecto toma unas cuatro horas, el sendero tiene unos cinco kilómetros de largo, límite de personas es 20 y el nivel de dificultad es medio.