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Castillo Matanzas

El Castillo de San Severino en Matanzas

El lugar es Monumento Nacional y Museo de la Revolución en Matanzas.

El Castillo de San Severino fue edificado para la protección de la ciudad de Matanzas. Su construcción concluyó en el año 1734 y su arquitectura es representativa de aquella época. Su objetivo era defender a la ciudad de los posibles ataques de corsarios y piratas.

El lugar donde se edificó esta fortaleza fue seleccionado en 1693 y ya en 1698, al menos parte de sus facilidades, se encontraban operando. Fue mandado a construir por el gobernador español Severino de Manzaneda, de quien toma su nombre.

Al castillo le fue asignada una guarnición compuesta constituida por un capitán y ochenta hombres bajo su mando.

Para evitar que cayera en manos de los ingleses, en 1762 el castillo fue destruido por orden del capitán Felipe García de Solís, quien se encontraba al mando en ese momento, pues ya los ingleses habían tomado La Habana y existía la posibilidad de que se apoderaran de este lugar. Después que la capital volvió a ser propiedad de la Corona Española, la fortaleza fue reconstruida para seguir cumpliendo su misión protectora.

El Castillo está en la Bahía de Matanzas, hacia el noroeste de la entrada, aproximadamente a unos 20 metros del litoral. Su construcción se realizó siguiendo el diseño del ingeniero don Ignacio Rodríguez y como maestro de obras trabajó don Esteban Pozos.

Inicialmente, la fortaleza fue bautizada con el nombre de “San Carlos de Manzaneda”, y contaba con cuatro baluartes que llevaban nombres tomados del santoral católico; estos eran: “Nuestra Señora del Rosario”, “Santa Ana”, “San Ignacio” y “San Antonio”. Los baluartes, estructuras arquitectónicas emplazadas a mayor altura, estaban destinados a reforzar la defensa del castillo.

El costo de la edificación de esta fortaleza fue asumido por el gobierno español, por una parte, y por vecinos acaudalados de la ciudad, interesados en contar con una protección efectiva de sus vidas y sus haciendas.

En el momento de ser inaugurada la obra, la Isla estaba gobernada por el Capitán General don Juan Francisco Güemes Horacsita y en la Metrópoli ostentaba el trono Su Majestad Católica Don Carlos de España.

Además del Castillo de San Severino fueron construidas otras fortificaciones en Matanzas. Ellas fueron el Morrillo, La Vigía y la batería de Peñas Altas.
Durante los años en que tuvieron lugar las luchas independentistas de Cuba, el castillo de San Severino fue utilizado como presidio. Numerosos patriotas cubanos cumplieron condenas tras sus muros, como fue el caso de López Colomé y Manuel Rodríguez Arencibia.

En nuestros días esta edificación colonial es Monumento Nacional y está ocupada por el Museo de la Revolución de la ciudad de Matanzas, donde son expuestos objetos históricos relacionados con las luchas de nuestro pueblo por su liberación, muy en particular de aquella ciudad. Desde allí existe una vista insuperable de la Bahía de Matanzas.

San Severino