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Las Playas del Este de La Habana: ¡las más concurridas de Cuba!

La extensa franja costera, conocida como Playas del Este, también denominada Circuito Azul, comienza justo a la salida del  Túnel de La Bahía de La Habana y abarca una serie de playas, varias de ellas magníficas, muy visitadas durante todo el año por los habaneros, cubanos de otras partes del país y turistas extranjeros.

Cada una tiene su propio nombre, sus fans, su magia particular y su ambiente.

Playa Habana 1

Bacuranao:

Es la más cercana y concurrida, a menos de 15 Km de la ciudad, con unos 600 metros de extensión, en la cual desemboca un pequeño río y cuyo nombre se debe a la ensenada homónima en la cual está situada.

A su derecha, hacia el este, colinda con el barrio de Celimar, mientras que a su izquierda, a 800 metros se haya el grade y populoso reparto de Alamar.

Para garantizar el hospedaje cuenta con el Hotel Islazul Villa Bacuranao. Es el lugar ideal para hacer amigos locales en un ambiente informal y desenfadado: a lo cubano.

Playa Habana 2

Playa de Tarará:

Es la que sigue, también conocida como Marina Tarará, precisamente porque en ella opera una marina que brinda servicios de pesca, excursiones en yate y buceo en las zonas de arrecifes coralinos y naufragios.

Tiene 1km de extensión y bordea al poblado de igual nombre, cuyas casas eran residencias habituales o propiedades privadas de veraneo y en la actualidad muchas se comercializan como Villas  turísticas de alto standing. Se ubica en ella el Hotel 3 estrellas Villa Armonía Tarará.

Playa Habana 3

El Mégano:

Significa "duna" según el diccionario y es la playa que sigue. Su longitud es de 800m y se localiza entre Tarará y la playa Santa María del Mar. Se encuentra enclavado en ella el Hotel Villa Mégano con sus restaurantes de cocina Internacional e italiana, snack bar, parrilladas, piscina y juegos.

Santa Maria del Mar

Playa Santa María del Mar:

Se extiende por alrededor de 2 Km  entre El Mégano y Playa Boca Ciega. Se le ha dado en llamar también "Tropicoco" a causa de la popularidad adquirida por el hotel homónimo de 188 habitaciones ubicado en el lugar, de precios competitivos, buen servicio y excelentes facilidades, entre ellas, paquetes turísticos que incluyen alojamiento, comidas, bebidas, deportes náuticos no motorizados como tablas de surfeo y las bicicletas acuáticas, entre otras agradables alternativas. Alberga otros hoteles como Club Arenal  y el  Islazul Mirador del Mar.

Playa Habana 4

Boca Ciega:

Ya sea la playa que el barrio de igual nombre, se localizan entre Santa María del Mar y la Playa y barrio de Guanabo. Se extiende por aproximadamente un kilómetro y medio y está rodeada de cocoteros que le conceden un atractivo especial.  El alojamiento lo garantizan las casas particulares con que cuenta el lugar.

Playa Habana 5

Mi Cayito:

Otra playa muy popular, la playa gay por excelencia, donde se reúnen homosexuales cubanos y extranjeros, lesbianas, otros miembros de la comunidad LGBTI  e incluso parejas heterosexuales que gustan de ella.

Se sitúa entre los límites de Boca Ciega y Guanabo, donde el río desemboca en el mar en un espectáculo hermoso y digno de disfrutarse.

Playa Habana 6

Guanabo:

Es la playa más grande de La Habana. Su extensión es de alrededor de 2 Km. Sus principales instalaciones hoteleras son el hotel Miramar y el hotel Gran Vía, aunque cuenta además con una numerosa oferta de casas particulares que ofrecen servicio de hospedaje, así como paladares (restaurantes) y cafeterías privadas de muy buena calidad y discotecas que garantizan una alegre vida nocturna.

Playa Habana 7

La Veneciana:

Una playita de 800 metros, colindante con Guanabo, cuya vía de acceso es un puente.

Hacia el este limita con el reparto y playa Brisas del Mar. Es muy poco visitada por vacacionistas. Solo concurren allí algunos pescadores, lo cual la convierte en el lugar ideal para disfrutar de un entorno natural alejado del bullicio y las multitudes.

Playa Habana 8

Brisas del Mar:

Es la playa más alejada de La Habana. Se dice de ella que prácticamente ha recobrado su virginidad. Existen pocas edificaciones y alguna que otra casa de alquiler de la cadena Isla Azul, lo cual la convierte el refugio perfecto para quienes gustan de la soledad.

La verdad es que siempre que te dedicas a caminarlas, una detrás de otra, no logras ver los límites, lo que se extiende ante tu vista, interminable, es un inmenso y cristalino azul que descansa sobre la arena blanca y fina, un potente sol que te obliga a usar protector siempre y una brisa deliciosa que se mezcla con el olor a marisma, el sonido de las olas y el animado disfrute de las familias con sus niños que alborotan, amigos que alternan las zambullidas con una refrescante cerveza fría o algún que otro trago de ron cubano, parejas de enamorados, el “piquete” (grupo) del barrio, de la escuela, los extranjeros, cada uno en su micro mundo, en el cual irrumpen de vez en cuando los vendedores ambulantes a proponer sus tamales, chicharrones de viento, confituras, refrescos fríos, frutas y otras ofertas. Todo ello hace que la experiencia, aunque repetida y atrapada en un sinnúmero de fotografías, de día o de noche, sea siempre única.