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Morón, la perla del norte de Cuba

La provincia de Ciego de Ávila, se encuentra al centro de Cuba, y sin ser de los territorios más poblados del país, dispone de innumerables encantos, como es el destino turístico Jardines del Rey, decenas de kilómetros de excelentes playas, naturaleza única y una enorme riqueza de historia y tradiciones.

Y a las puertas de esa maravilla natural se encuentra la no menos cautivante ciudad de Morón. Al norte de la provincia, y a 450 al este de La Habana, se trata de una de esas comarcas turísticas de la isla, donde además de las opciones de sol y playa, los viajeros encuentran una admirable arquitectura, hermosos paisajes, y lo que constituye su principal valor: la hospitalidad de su gente.

Esos mismos pobladores sienten un increíble identidad y apego por su ciudad, que no pocas veces le trató de disputar el título de capital provincial a Ciego. Y si de orgullo hablamos, no hay nada en Morón que despierte mayor pasión que aquel ícono cultural y distintivo de la urbe de 64 mil habitantes. En todo el país, cuando se menciona el nombre de esta localidad inevitablemente se asocia con “el Gallo de Morón”.

Un enorme gallo de bronce recibe de frente a todo aquel que se aproxime a la villa. Desde la estilizada escultura de la artista plástica Rita Longa escapan los característicos sonidos con que se despiertan los campesinos cubanos al clarear la mañana.

Según se dice, la emblemática ave y su vínculo con la ciudad se debe a la localidad española de Morón de la Frontera, ubicada en Sevilla, donde existe una interesante leyenda que da origen al Gallo de Morón.

Igualmente de bella es la Estación de ferrocarriles de Morón. Un viejo edificio de indudables valores patrimoniales, y grácil trazado, que nos recuerda las primeras edificaciones norteamericanas destinadas a esta finalidad.

Los moronenses se ufanan igualmente de tener el mayor lago de agua dulce de todo el país, la Laguna Grande de Morón la Laguna más popularmente conocida como la Laguna de la Leche, a partir de la abundante calcificación de su fondo, que le confiere una tonalidad lechosa a sus aguas.

Quizás sea este el paisaje por antonomasia de la ciudad. Visitantes se juntan a disfrutar del espectacular paisaje, mientras que los pescadores se adentran con sus barcazas para capturar peces como el patao, la lisa blanca, la cubera o la biajaca criolla.

Y ese es otro de los rasgos culturales del moronense, por encontrarse en la costa, y teniendo tan fabulosa laguna, pues por supuesto que, en su dieta, y las costumbres culinarias de la ciudad, no faltan el pescado y otras especies acuáticas.

Otro aspecto que hace bella a la Laguna de la Leche es su protagonismo en diferentes momentos de nuestra historia. De hecho, en una de sus márgenes existen residuos y evidencias arqueológicas de la otrora trocha militar de Júcaro a Morón, pues se encontró un día allí el fuerte San Fernando, uno de los principales de la región.

La trocha consistía en una larga cadena de fortificaciones con finalidad defensiva, que fue diseñada por el ejército español como la principal barrera contentiva para las tropas mambisas en su impetuoso avance libertario hacia el occidente del país.

Además de disfrutas de esas ruinas arqueológicas e históricas, en la zona existe una red de restaurantes y cafeterías que favorece la estadía del visitante, y desde donde es posible organizar excursiones a otros parajes cercanos como al Complejo Náutico La Cueva y el Ranchón la Boca, las Alturas de Turiguanó, la Laguna de la Redonda y por supuesto a las increíbles playas Cayo Coco y Cayo Guillermo.

De aquí el lector podría deducir el potencial de Morón como excelente opción para hacer turismo en Cuba. Se trata de una ciudad realmente cautivante, que no por gusto ostenta el sobrenombre de "La perla del Norte" aunque, en realidad, es más comúnmente conocida como "La tierra del Gallo".