Santa Clara, un destino ideal para quienes prefieren salirse del guión y hacer su propio tour
Santa Clara, localidad cubana reconocida como la ciudad del Che, por ser el sitio donde se halla la tumba del Guerrillero Ernesto Guevara, es uno de los destinos turísticos más sugerentes para quienes viajan a la singular isla de Cuba.
Fuera de las habituales “recomendaciones turísticas” esta ciudad, ubicada a 270 km de la capital del país, ofrece una visión más acertada de cómo vive en realidad el cubano, pues regala al visitante la posibilidad de conocer los verdaderos colores de la isla sin el empaque de los circuitos turísticos.
Sin tanto glamour como la populosa Habana o las extraordinarias playas de Varadero (primer y segundo destino turístico respectivamente), Santa Clara ha ido ganando con los años especial atractivo ante los ojos de quienes nos visitan, gracias a su principal recurso: la espontaneidad y naturalidad de su gente.
Muchos le reconocen su espíritu bohemio, su agitada vida cultural o la identifican como la ciudad más tolerante o liberal de Cuba, a partir de la indudable influencia que por años ha ejercido el centro cultural El Mejunje en asuntos como la inclusión y la diversidad sexual.
La Verbena de la Calle Gloria es el principal festejo de la ciudad, y se desarrolla cada 12 de agosto en la mencionada arteria santaclareña. Se trata de una celebración que, aunque tuvo un origen religioso, ha devenido en genuina celebración popular, donde los vecinos exhiben y venden en las puertas de sus casas toda suerte de manualidades, bebidas y alimentos caseros.
Siendo la principal ciudad del centro del país, se distingue por un marcado aire cosmopolita al contar con una de las mayores universidades de Cuba, La Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, así como muchas de las principales industrias cubanas, algunas de las cuales fueron fundadas por el propio Che Guevara, en su afán de industrializar el país.
Miles de visitantes llegan cada año hasta aquí precisamente tras los enigmas y polémicas que despierta a nivel mundial el mítico y controversial guerrillero, que atrae sobre todo a nostálgicos y admiradores de su figura. Un impresionante mausoleo es divisado desde diferentes puntos de la urbe, destacándose a lo lejos la colosal escultura en bronce dedicada al Che.
Ese especial vínculo de la ciudad con el guerrillero argentino se debe a que la urbe fue tomada por él en los días finales de 1958 provocando con su rendición la huída de Fulgencio Batista y el triunfo de la Revolución Cubana con Fidel Castro a la cabeza.
Los restos de Guevara al ser hallados en Bolivia en 1997, tres décadas después de su muerte, fueron trasladados al memorial construido en su nombre en Santa Clara, donde además se halla un museo repleto de objetos personales y documentos vinculados a la vida del Che.
Pero más allá de Guevara, Santa Clara es una ciudad con una admirable historia y una fisonomía muy singular, teniendo en el Parque Vidal su mayor atracción. Se trata de la principal plaza cultural y el punto de encuentro de todos sus pobladores. En su entorno sobresalen imponentes edificios eclécticos de predominancia neoclásica, siendo el Hotel Santa Clara Libre el único que desentona por su estilo moderno.
Entre los principales sitios de interés de la ciudad destacan el Teatro La Caridad, declarado monumento nacional, y que fuera donado en 1885 por la benefactora Doña Martha Abreu de Estévez, dama adinerada a quien se deben muchos edificios, instituciones y obras de ingeniería durante la etapa colonial.
Luego de fundarse por 18 familias remedianas en 1689 la villa fue ganando importancia por su ubicación geográfica hasta convertirse durante el siglo XIX en el centro económico administrativo más importante de la región central del país, cuando incluso llegó a ser propuesta como capital de la isla de Cuba.
Por ser menos frecuente el tránsito de los turistas por esta urbe, es mucho más fácil disfrutar el auténtico espíritu del cubano en un clima más natural. Independientemente de que los precios de los artículos y servicios suelen ser un tanto más baratos que La Habana, Varadero o los grandes resorts.
Se trata de una ciudad ideal para caminar, interactuar con los pobladores, y visitar los mismos sitios que el resto y descubrir así esos atractivos que reserva cada una de sus esquinas. En fin, todos aquellos que vengan a Cuba con la pretensión de hacer más que turismo de sol y playa, y beberse un mojito bajo un cocotero, encontrarán en Santa Clara una de las mejores opciones.
